Daniel es uno de esos músicos insaciables. No sólo disfruta tocando, disfruta compartiendo y aprendiendo de todo lo que rodea la música. Y considera, como nosotros, que el proceso de aprendizaje tiene que consistir en un enriquecimiento personal desde el regocijo. Es un nuevo fichaje para nuestra escuela, que va a dar clases de piano desde este curso, y que se suma a los de Lucía González y Carlos Bernabeu, entre otros que seguiremos anunciando. Sabe tocar, componer, improvisar, arreglar un piano o iluminar un escenario, entre otras muchas cosas. ¡Bienvenido!
¿Qué le dirías a todos aquellos que consideran el piano un instrumento muy difícil?
El piano tiene una curva de iniciación muy buena, teniendo en cuenta que de partida estamos afinados y las disonancias las creamos nosotros. Otros instrumentos requieren una técnica inicial, con el piano en cambio tenemos que desarrollar una independencia bastante alta, se trata de percusión determinada a 20 voces diferentes. Es el instrumento con más repertorio y vamos a encontrar muchas cosas que nos van a motivar. He conocido personas de 70 años con las ganas suficientes para cumplir su sueño y defender los temas que siempre escucharon en muy poco tiempo.
Tú te has formado en el CPM Ángel Barrios, pero ¿cómo van a ser tus clases de piano en Gabba Hey?
Normalmente hago un perfil de interés musical, vamos a trabajar música moderna y a descubrir nuevas canciones o piezas que nos vayan abriendo nuevas técnicas y asentando las más débiles. Cada tema que cojo tiene una justificación para ese alumno/a. Me gusta mucho tocar con el alumno/a y no puedo evitar cantar lo que tocamos, para ayudar en la línea temporal. La música es un lenguaje que no sólo requiere un receptor, también alguien con quien dialogar, para hablar mejor nuestro lenguaje es fundamental tocar con el profe y con los compañeros.
¿En qué momento de tu carrera empezaste a disfrutar de verdad con el piano?
Desde el primer minuto y minueto. Es cierto que disfruto más desde que configuro mis propios arreglos en bandas con las que toco, con estructuras móviles una vez dentro del tema y sin papeles. Te da una visión más general de la música y capacidad para anteponer al cambio dando margen a ser más visceral tocando. Hay muchas fases con el instrumento, cuando un alumno/a se atranca en un tema por cualquier motivo pasamos de página rápidamente. Siempre he tenido esa filosofía, nunca obligarnos y disfrutar cada momento en la banqueta.
«He conocido personas de 70 años con las ganas suficientes para cumplir su sueño y defender los temas que siempre escucharon en muy poco tiempo»
¿Qué te aporta el tocar en bandas de estilos tan distintos como Trepàt, Elsa Bhör o Los Esclavos?
Siempre he pensado que especializarse en un género musical te puede encerrar creativamente. También son bandas con diferentes propositos. Disfruto tocando tanto en festivales como en la calle, te da la posición más cercana. Ahora mismo andamos en una gira por Holanda y la calle sigue funcionando mejor que los conciertos ya programados. Para tumbar en la calle sólo necesito un teclado ligero de pilas, pero también me gusta mucho el diseño sonoro y todo el cacharreo y produccion que requiere. En cada banda encuentro mi sitio, si tuviese dos noches más a la semana para ensayar entraría en una banda de funk porque me lo pide el cuerpo.
También te has preocupado por formarte en otros oficios que orbitan en torno a la música, como el sonido, la iluminación de escena o la regulación de pianos. ¿Por qué quisiste profundizar en estas otras materias?
Casi todas las disciplinas que guardan un componente artístico para aportar al show me atraen. Siempre felicito a los compañeros, los músicos nos olvidamos muchas veces de lo que hay detrás. Trabajar el audiovisual y el foley me da muy buenos ratos en el estudio de casa. Afinar un piano para mi ha sido desbloquear un logro como si de escribir un libro se tratase. El 90% de los pianistas no conocen bien el interior de un piano, cuando lo haces acabas usando el escape y los apagadores a medio pedal para conseguir los matices que buscabas. En definitiva toda la formación te aporta una mejora como artista.
Si tuviéramos que preguntarte por el pianista (piano, órgano, sinte) que has visto en directo y que más te haya impresionado, ¿cuál sería y por qué?
Me gustan muchos los teclistas que mezclan técnicas distintas, con saber un poco del mundo de las teclas tienes a tu alcance un universo tímbrico. Los obstinatos y arpegios de Hiromi Uehara me vuelven loco. Los Hammond de Dr. Lonnie Smith o Julian maeso. Fraseos synth-lead de Cory Henry, la rítmica de Michel Camilo usando el piano como percusión dominicana. En directo he disfrutado mucho con Chano Domínguez, es difícil mantener la intensidad de un buen directo que gira en torno al instrumento rey. Después tuve la suerte de asistir a una masterclass de Chano y saber un poco más sobre su método de trabajo, planificacion y comprensión.