1ª ETAPA (1,5 – 3 AÑOS)
Dirigida a alumnos de hasta 3 años, la educación musical temprana, en esta primera etapa supone una experiencia compartida, donde la música se presenta como un medio y no como un fin. Los adultos, guiados por el profesor, interpretarán junto al niño ritmos, melodías y coreografías, estableciéndose así una relación musical que estimulará su inteligencia emocional y fortalecerá el vínculo afectivo entre padres e hijos. Este último es uno de los aspectos más trascendentales en la vida de todo individuo. La intensidad, estabilidad, continuidad y calidad de afecto que los hijos reciban en esta etapa se verá reflejada en la seguridad y la capacidad que tendrán para transitar el proceso de exploración e investigación de nuevos ambientes, situaciones y relaciones a lo largo de toda su vida.Por otra parte los niños también podrán por si mismos manipular y experimentar, poniendo a su alcance objetos sonoros o pequeños instrumentos con los que generar diferentes sonidos. La música surge entonces como fuente de diversión, combinada con el movimiento, incorporando palmadas, mímica y baile, despertando, estimulando y comunicando emociones y sentimientos y favoreciendo al mismo tiempo multitud de aspectos relevantes del desarrollo correspondiente a estas edades como pueden ser las capacidades cognitivas, psicomotrices, afectivas, de socialización y comunicación.
Los contenidos musicales que se trabajan son:
La educación rítmica-psicomotriz, vocal, auditiva e instrumental. Todo esto lo hacemos percutiendo diferentes ritmos en las canciones, bailando, cantando canciones (que faciliten la adquisición del lenguaje, ejerciten la memoria, fomenten la socialización…), escuchando, reconociendo, diferenciando e imitando sonidos del entorno, realizando audiciones activas, explorando y tocando instrumentos de pequeña percusión…
2ª ETAPA (3 – 6 AÑOS)
La música, como fuente de energía, juego y movimiento, constituye en estas edades un instrumento más que valioso para favorecer el desarrollo integral del niño o la niña.
Por ello consideramos imprescindible desarrollar una educación musical temprana, lúdica y vivencial, que proporcione un lugar en el que experimentar libremente, que despierte su interés y curiosidad y que sea capaz de estimular y potenciar la personalidad.
Los contenidos que abordaremos a lo largo del curso serán los siguientes:
- Las cualidades del sonido y el silencio
- El ritmo y sus elementos básicos.
- Nociones básicas del lenguaje musical
- Los instrumentos musicales
- La música como medio de expresión y comunicación
- La música que nos rodea
Los principales objetivos que pretendemos alcanzar:
- Iniciar a los alumnos en el lenguaje musical de una forma lúdica, activa y global.
- Potenciar el carácter socializador de la música llevando a cabo actividades colectivas que fomenten valores y actitudes como la colaboración, la solidaridad, la ayuda, el respeto y la valoración de las diferencias.
- Realizar producciones individuales sencillas basadas en los conocimientos musicales adquiridos, fomentando el análisis crítico de las realizaciones propias. Priorizaremos las actividades creativas, fundadas en la improvisación, favoreciendo así el desarrollo de la imaginación y la creatividad.
- Asumir una actitud positiva basada en la superación personal y el sentido crítico, tratando de favorecer también aspectos como la motivación, la autoestima y la confianza.
- Conocer y utilizar el propio cuerpo a través de la voz, los instrumentos musicales y el movimiento.
- Utilizar y explorar los diferentes instrumentos musicales para conocer sus propiedades y posibilidades.
- Comprender las posibilidades del sonido
- Conocer y valorar las principales manifestaciones musicales del entorno, es decir, la música actual, aplicando los conocimientos musicales adquiridos a la observación de las características más significativas de nuestra realidad sonora.
- Apreciar y analizar críticamente los elementos de interés expresivo y estético que aparecen en los diferentes medios de comunicación en los que opera el sonido.